Qué ver en Praga en dos días
Llegamos a la mágica capital de la República Checa, una de las ciudades más aclamadas del continente europeo. Vamos a conocer qué ver en Praga en dos días, sus principales atractivos turísticos y todo lo que ofrece.
Praga es una ciudad que se conserva en perfectas condiciones debido a que no fue bombardeada durante la II Guerra Mundial. Aunque todos dicen que es una ciudad medieval, la verdad que no nos dió esa sensación de carácter añejo, más bien lo contrario. Pese a ello, es una de las ciudades más bellas de Europa, motivo por el que atrae a hordas de turistas cada año y la visita puede resultar un poco agobiante.
El centro histórico de Praga es peatonal en su mayoría, por lo que es muy fácil recorrerla a pie y, aunque a priori dos días de visita puedan parecer poco, da tiempo a disfrutar de la ciudad. Su moneda es la corona checa, rondando su valor 1€ = 24 coronas.
Otro dato interesante es que República Checa es el país donde sus habitantes tiene el mayor consumo de cerveza del mundo y, algo que nos sorprendió, es la cantidad de locales que venden los Trdelnik, un postre tradicional eslovaco.
Qué ver en Praga en dos días
Plaza de la Ciudad Vieja
Empezamos el recorrido en el corazón de la ciudad, y uno de los lugares más bonitos que ver en Praga en dos días. Junto con el increíble Reloj Astronómico, destaca también la Iglesia de Týn, la Galería Nacional y la Columna Mariana. Aquí hacen famoso mercado navideño de Praga que comienza a finales de noviembre.
El barrio donde se sitúa plaza de la Ciudad Vieja (Staroměstské Náměstí) se llama Staré Mesto y es el lugar idóneo para pasear, lleno de tiendas y restaurantes. Está catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es el enclave donde se fundó la ciudad, situado estratégicamente junto al río Moldava.
Para ampliar información, en la calle Rytířská se encuentra la Oficina de Turismo de Praga.
Reloj Astronómico de Praga
El Reloj Astronómico de Praga (Pražský orloj) es el reloj medieval más antiguo del mundo y cuenta la leyenda que a su creador, Jan Růže, le quitaron los ojos para que no pudiera hacer otro igual. El reloj tiene dos esferas, la de arriba representa las órbitas del sol y la luna, mientras que la de abajo representa los meses del año junto a los signos del zodíaco.
Cada hora en punto las ventanas superiores se abren y pasan a desfilar los doce apóstoles. Muchísimas personas se aglomeran junto al reloj para ver el espectáculo, pero tras esperar un rato para verlo, tampoco es gran cosa.
El edificio en el que está situado el Reloj Astronómico es el antiguo ayuntamiento de la ciudad. Su torre de 70 metros se construyó para vigilar posibles incendios que se produjeran en Praga y actualmente acoge un mirador al que se puede subir, aunque cuesta la friolera de 12€.
Iglesia de Nuestra Señora de Tyn
Esta importante iglesia de Praga que sobresale entre edificios mezcla estilos gótico y barroco. Su nombre significa «encajonado» por su curiosa ubicación, y fue levantada sobre las ruinas de otra iglesia en el siglo XIV.
Ha desempeñado un papel importante en la historia checa y ha sido un centro de adoración y espiritualidad durante siglos. Aunque no se aprecie en la foto, las torres son desiguales, siendo la derecha más robusta. Su entrada es gratuita pero suelen pedir una donación de 1€.
Castillo de Praga
El Castillo de Praga (Pražský hrad) es el más grande del mundo, aunque más que un castillo, es un enorme complejo lleno de palacios y edificios históricos. Aquí encontraréis la Catedral de San Vito y la puerta de San Matías, el monumento barroco más antiguo de Chequia.
Como dato histórico, durante la II Guerra Mundial los nazis lo tomaron como cuartel general y después fue sede de los comunistas durante la época del dominio soviético. En su web indican que cuesta unos 10,5€ pero realmente entrar es gratis, solo hay que pagar si quieres visitar museos y sitios específicos.
Catedral de San Vito, un lugar imprescindible que ver en Praga en dos días
La Catedral de San Vito (Katedrála Sv. Víta) cuenta con más de 7 siglos de historia. Mezcla varios estilos como barroco, renacentista o gótico debido a que se construyó en diferentes épocas. Fue lugar de coronación y sepultura de reyes y reinas hasta mediados del siglo XIX. En su torre se encuentra la campana más grande del país, y se puede subir pagando unos 10€.
Iglesia de San Nicolás
Si buscáis en google maps, hay un par de ellas con el mismo nombre, en este caso vamos a conocer la que se encuentra dentro del bohemio barrio de Praga llamado Malá Strana. Una iglesia considerada la joya del barroco checo que tardó 82 años en construirse, finalizando en el siglo XIII y tras pasar por varias generaciones de arquitectos que tomaron las riendas.
En su interior destacan los techos abovedados y frescos que lo decoran, las figuras y esculturas ornamentadas, y el órgano con más de 4.000 tubos, siendo uno de los más grandes y bonitos de Europa. La entrada es de 100 coronas (4€ redondeando).
Puente Carlos y la Torre de la Ciudad Vieja
El Puente Carlos (Karlův most) es una maravilla histórica que conecta las dos orillas del río Moldava. Es el puente medieval más antiguo de toda Europa y, aunque no lo parezca, tiene más de 500 metros de largo y está adornado con más de 30 estatuas. Adquirió ese nombre porque el rey Carlos fue quien puso la primera piedra en 1357.
La Torre de la Ciudad Vieja (Staroměstská mostecká věž) es una de las mejores conservadas, y antiguo paso del Camino Real, en la que los monarcas checos se dirigían a pie por la ciudad hasta el Castillo de Praga. En la torre aparecen representadas mediante figuras el rey Carlos IV, San Vito (el protector del puente), el rey Wenceslao y los patrones de la república checa. Se puede subir a su mirador.
Casa Danzante
Aunque tuvo bastante controversia en el barrio al salirse de la estética habitual, finalmente la Casa Danzante (Tančící dům) se ha convertido en un edificio referente en la ciudad. Su diseño curvilíneo intentando asemejarse a una pareja bailando fue creado por los arquitectos Vlado Milunić y Frank Gehry a finales del siglo XX. Su uso actual es para oficinas y no está permitida su visita.
Fortaleza Vysehrad, un lugar imprescindible que ver en Praga en dos días
Vysehrad es una fortaleza histórica que se encuentra en una colina sobre el río Moldava. Llegamos hasta aquí en bus desde el centro y, aunque no teníamos una gran expectativa, fue una más que agradable visita. Las bonitas vistas y el paseo por los jardines lo convierten en uno de los imprescindibles que ver en Praga en dos días.
Dentro del recinto encontraréis también la Basílica de estilo neogótico de San Pedro y San Pablo (Bazilika svatého Petra a Pavla) con un precio de 150 coronas (más de 6€). Justo al lado está el cementerio Vysehrad, donde hay enterrados muchos ilustres e importantes figuras de la República Checa.
Josefov, el Barrio Judío de Praga
Josefov tiene una historia con más de mil años, ya que desde el siglo X ha sido el barrio donde los judíos se asentaron en Praga, conservando desde entonces su patrimonio y legado. Aquí encontramos preciosas sinagogas con sus particulares características.
Destacan la Staronová Synagoga, Pinkasova Synagoga, la Spanish Synagogue (Španělská) y la Klausen Synagogue. Todas tienen su historia y exponen sus objetos y tesoros.
En el barrio podéis visitar también el Museo Judío que tiene salida al cementerio, uno de los mejor conservados de Europa y en el que es impactante ver todas las lápidas agolpadas. La foto está tomada desde la escalera junto a la Klausen Synagogue.
Torre de la Pólvora y la Casa Municipal
La calle Celetná conecta la Torre de la Pólvora (Prašná brána) con la plaza de la ciudad vieja. Es una antigua puerta medieval de entrada a la ciudad, construida en el siglo XV en estilo gótico tardío. Obtuvo ese sobrenombre porque era el lugar donde los militares guardaban la pólvora.
Se construyó para ser la entrada principal, por ello es la más importante de las 13 antiguas puertas que componían la muralla de Praga. Se puede subir al mirador pagando unos 8€, un precio bastante caro, aunque la primera hora desde la apertura está a 4€.
Justo al lado podéis visitar la Casa Municipal (Obecní dům) de estilo Art Nouveau. Una sala de conciertos diseñada por arquitectos checos, con detalles ornamentales y esculturas para destacar la belleza e historia de la nación. En este edificio donde se proclamó la independencia de Checoslovaquia en 1918.
Otros lugares que ver en Praga en dos días
Mural de John Lennon
No es solo un homenaje a John Lennon, ya que durante el régimen comunista estaba prohibido escuchar música extranjera, así que el pueblo venía a este muro a escribir canciones del autor a favor de la libertad y de los derechos.
La verdad que habíamos visto fotos antiguas muy bonitas, pero cuando llegamos fue una auténtica decepción, ya que nos encontramos un mural pintarrajeado por todas partes en el que no se apreciaba nada claro.
Torre de Petřín
Desde el mirador a las puertas del Castillo de Praga se puede ver este monumento de hierro inspirado en la Torre Eiffel. La Torre de Petřín (Petřínská rozhledna) fue inaugurada en 1891 en la colina de Petřín, y se tardó menos de 6 meses en construir. Se pueden subir los 299 escalones que tiene para llegar a su mirador 360º, aunque la entrada la consideramos bastante cara, alrededor de los 10€/persona.
Cabeza de Kafka
La Cabeza de Kafka (Otočná hlava) es una escultura moderna en la que sus capas 42 capas de acero giran de manera asincrónica, eludiendo a la mente en continuo movimiento del importante escritor. Esta obra fue creada por el artista checo David Černý en 2014. Está en un sitio que no suele ser de paso, por lo que hay que ir a buscarla saliendo ya del casco histórico.